El bautizo de la princesa Inés, la cuarta hija de los príncipes Carlos Felipe y Sofía, que nació el pasado mes de febrero, ha sido un evento lleno de emoción, tradición y momentos inolvidables. Celebrado en la capilla del Palacio de Drottningholm, la ceremonia reunió a la familia real sueca en un ambiente cálido y festivo, donde los más pequeños de la familia acapararon todas las miradas con gestos de ternura y espontaneidad. Más allá del protocolo y la solemnidad del acto, fueron los nietos de los reyes Carlos Gustavo y Silvia quienes protagonizaron las imágenes más entrañables de la jornada. Desde las carantoñas del rey Carlos Gustavo a su pequeña nieta, los gestos de complicidad entre los hermanos mayores de la princesa Inés o la bebé jugueteando con las condecoraciones de su padre, cada escena reflejó la alegría y unidad de los Bernadotte en esta ocasión tan especial.
La princesa Estelle, de 13 años, prima de la pequeña y una de sus madrinas, se mostró especialmente cercana a Inés, mientras que sus hermanos Alexander, Gabriel y Julian aportaron frescura y diversión con su actitud desenfadada. Por su parte, Oscar, el hermano menor de Estelle, junto con Leonore, Nicolas y Adrienne, los hijos de la princesa Magdalena de Suecia y Christopher O'Neill, mantuvieron una actitud más formal, ya que son más mayores y se mostraron más comedidos durante la ceremonia. Sin duda, este 13 de junio dejó momentos inolvidables con los 'pequeños de la casa Bernadotte' que los recopilamos a continuación.
Una cuna con mucha historia
Construida en 1826 para el futuro rey Carlos XV, esta histórica cuna ha sido utilizada desde entonces por todos los niños de la familia real sueca. En ella suelen ser acostados los bebés después de haber sido bautizados. Así que tras la emotiva ceremonia y siguiendo la tradición, la princesa Inés también ha podido utilizarla, como sus hermanos y primos, convirtiéndose en el centro de todas las miradas.
Unos ayudantes muy eficaces
Gabriel (8), Alejandro (9) y Julián (4) han tenido el honor de verter juntos el agua bendita en la pila bautismal, recogida en el Palacio de Solliden, la residencia de verano de familia real sueca, desempeñando su papel con solemnidad y precisión. Los tres príncipes, hermanos mayores de la pequeña Inés, han completado la tarea con éxito, demostrando su emoción y compromiso en este momento especial.
La princesa Inés, una bebé tranquila y regordeta
A sus cuatro meses recién cumplidos, la pequeña Inés se ha portado fenomenal durante la ceremonia, acomodada en el regazo de su madre, la princesa Sofía. Siguiendo la tradición familiar, la pequeña ha sido bautizada con el histórico faldón de cristianar de los Bernadotte, una prenda con más de un siglo de historia.
El rey Carlos Gustavo, un abuelo cariño
Uno de los momentos más entrañables del bautizo lo protagonizó el rey Carlos Gustavo de Suecia, quien, con un amoroso gesto, se acercó a su nieta pequeña mientras descansaba en los brazos de su madre. Con ternura, le dedicó unas carantoñas que reflejaban el profundo afecto y orgullo que siente como abuelo, dejando una imagen emotiva para el álbum familiar.
El príncipe Julián, el más travieso
El príncipe Julián, con su energía inagotable, no parecía dispuesto a quedarse quieto durante la ceremonia. Ansioso por interactuar con su hermana pequeña, la princesa Inés, encuentra en ella la mejor compañía para entretenerse. Mientras tanto, su madre, la princesa Sofía, con paciencia y una sonrisa, interviene con suavidad para intentar mantener el orden entre los pequeños.
Una bonita estampa familiar
La imagen de los príncipes Carlos Felipe y Sofía junto a sus cuatro hijos y la princesa Estelle, madrina de la pequeña Inés, fue otro de los momentos más entrañables del bautizo. La escena refleja unidad familiar, con los príncipes Alexander, Gabriel y Julian imitando con entusiasmo a su padre, saludando gentilmente a los asistentes, mostrando, una vez más, su espontaneidad.
Los compañeros de juegos perfectos para Inés
Los príncipes Alexander, Gabriel y Julian han sido protagonistas de algunos de los momentos más encantadores y divertidos del bautizo. Con un aire de complicidad, los dos mayores sorprendieron con un look idéntico: traje de chaqueta en tonos claros y un peinado impecable, haciendo que parecieran auténticos caballeritos en miniatura. Mientras tanto, el pequeño Julian, fiel a su espíritu travieso, lucía pantalón corto oscuro, aportando un toque desenfadado a la celebración. En poco tiempo, los tres se convertirán en los mejores compañeros de juegos de la princesa Inés.
El cansancio pasó factura a la princesa Inés
Tal vez por el cansancio de un día lleno de emociones o por el cálido sol que acariciaba su rostro, la pequeña Inés de Suecia parecía entregarse a un dulce sueñecito en los brazos de su madre, la princesa Sofía. Mientras la sostía con ternura, la escena quedaba inmortalizada en esta tierna fotografías, reflejando un instante de paz y amor materno en medio de la celebración.
El príncipe Oscar, de lo más formal
A sus 9 años, el príncipe Oscar no se separó de sus padres, la princesa Victoria de Suecia y el príncipe Daniel durante la ceremonia. Comedido y muy formal, el hijo pequeño de la heredera al trono sueco no se perdió ni un detalle del bautizo de su prima pequeña, donde su hermana mayor ejerció de madrina.
La familia de la princesa Magdalena
La princesa Magdalena de Suecia y su esposo, Christopher O’Neill, no faltaron a esta importante celebración familiar, llegando al Palacio de Drottningholm acompañados por sus tres hijos: la princesa Leonore (11 años), Nicolas (10) y la pequeña Adrienne, de 7. Siempre elegantes y con su característico aire discreto, los niños mantuvieron una actitud tranquila durante la ceremonia, mostrando cierta timidez durante la ceremonia.
Una princesita juguetona
Las condecoraciones que el príncipe Carlos Felipe llevaba en su chaqueta no pasaron desapercibidas para su hija, quien, con la natural curiosidad de un bebé, intentaba agarrarlas y tirar de ellas con entusiasmo. Entre risas y ternura, el orgulloso padre observaba la escena con cariño, disfrutando de ese dulce instante de complicidad con la pequeña Inés, en un gesto que dejó otra entrañable instantánea del bautizo.
Una futura reina como orgullosa madrina
Hemos visto a Estelle de Suecia feliz en su debut como madrina. La hija de la princesa heredera, de 13 años, ha ejercido con absoluta devoción su papel, que ha compartido con Claes Kockum, amigo del príncipe Carlos Felipe con el que coincidió en el internado sueco de Lundsberg, su esposa Sandrine, hermanastra de la multimillonaria Athina Onassis, Tiara Larsson, también cercana a la pareja y Frederik von der Esch, ahijado de la reina Silvia y gran amigo de Carlos Felipe de Suecia, que está casado con la actriz Cecilia von der Esch
Un papel destacado para los hermanos mayores
La ceremonia, llena de simbolismos e historia, ha dado un papel destacado a los hermanos mayores de la princesa Inés y ellos lo han aprovechado a la perfección. No solo nos han regalado los momentos más divertidos, también han sabido estar a la altura de un acto tan cargado de solemnidad como el bautizo de su hermana